Hace exactamente 100 años, sucedió un acontecimiento que cambió el destino de mi familia; tanto que, muy probablemente, todos los que nacimos después de esta fecha no existiríamos.
Hace 100 años, el martes 24 de marzo de 1920, a las 8 horas falleció mi tatarabuelo José Manuel María Castro Chinchilla.
Papá Manuel nació en Mixco, el 20 de abril de 1880, fue el sexto hijo de Indalecio Castro Yescas y de Juana de Jesús Chinchilla Sierra (los otros hijos de este matrimonio son Victoria de la Concepción, José Domingo, Ana María de los Ángeles, Carlos, Sebastiana y después de Manuel también nació José Mariano Francisco). El 22 siguiente lo llevaron a bautizar a la parroquia Santo Domingo Mixco, administrándole el sacramento el presbítero Manuel de Jesús Valenzuela, quien también fue su padrino.
El día 26 del mismo mes, su padre fue a inscribirlo al Registro Civil, quedando constancia en la partida 453.
Mixco en 1875
Contando con tan sólo 10 años de edad fallece su madre, el 24 de octubre de 1890.
Su padre fue un connotado músico, laureado internacionalmente, pues ganó medalla de oro en un certamen de sinfonías celebrado en Chicago, Illinois, EE. UU., en 1893, cuando Manuel contaba con 13 años. También sus tíos Máximo y Juan Francisco fueron excelentes músicos.
Esta es la fotografía más antigua que tengo de mi tatarabuelo
Indalecio, Máximo y Juan Francisco Castro Yescas
Tanto Manuel, como sus hermanos, crecieron en un ambiente musical, especialmente sacro - Indalecio fue maestro de capilla del templo Parroquial de Mixco - por lo que también acogieron la profesión filarmónica José Domingo, José Mariano y él.
Los hermanos José Domingo, Manuel María y José Mariano Castro Chinchilla junto a los compañeros músicos Felipe y Salvador Méndez. Atrás se lee la dedicatoria: "A nuestro querido tío y protector Máximo Castro y no menos estimada estimada Sra. Dña. Paula C. de Castro. Débil pero muy sincera muestra de amor familiar y gratitud debida. Guatemala, noviembre 12 de 1906."
Firman y luego los hermanos Méndez agregan: "Al reputado maestro Dn. Máximo Castro y Sra. Sincero recuerdo de sus afmos S." y firman.
Constantemente viajaban a la ciudad capital a tocar en misas, novenas y festividades que las familias de la época gustaban de amenizar con orquestinas conformadas por instrumentos de cuerda y de viento, así como de cantantes líricos. Mi tatarabuelo Manuel, interpretaba el violonchelo y el contrabajo.
Pero obviamente, tenían más trabajo en la ciudad de Guatemala donde habían muchas más personas y templos, por lo que aproximadamente a finales del siglo XIX o principios del XX deciden mudarse toda la familia, junto a sus tíos Máximo y Juan Francisco.
Así empezaron una vida musical muy activa ya establecidos en la Nueva Guatemala de la Asunción.
El 21 de junio de 1906 fallece su padre, tras una carrera filarmónica muy exitosa.
Por esos años conoce a mí tatarabuela María Raquel Cordón Fuentes, y deciden unir sus vidas el 7 de febrero de 1910, en el desaparecido Templo de la Concepción.
Junto a sus hermanos José Domingo y José Mariano conforman distintos conjuntos musicales, en los que tocan junto a músicos guatemaltecos como Salvador y Felipe Méndez, José Moraga, Bernardo de Jesús Coronado, Domingo Rodríguez, Adán Morales, José Luis Pinzón, entre otros. Además son contratados para ir también a tocar a otros departamentos del país.
El 20 de diciembre de 1910, su hogar sería bendecido con su primera hija, mi bisabuela Raquel Angelina Castro Cordón de Castillo. Dos años más tarde el 9 de noviembre de 1912 nace su segunda hija María Rebeca Herminia Castro Cordón de Mansilla.
Corrían tiempos difíciles para la nación. En noviembre de 1917 empezaron una serie de movimientos telúricos y para el día de Navidad, a las 8 de la noche un fuerte terremoto destruyó buena parte de la ciudad. Manuel y sus hermanos que vivían cerca construyeron en los llanos de Gerona unas covachas donde vivieron por un tiempo con sus pequeños hijos pues las réplicas continuaron hasta enero del año siguiente.
Cuentan que muchas personas se vieron afectadas irreversiblemente a causa del polvo que surgía de los escombros. Y para más complicar la situación en octubre de ese año la gripe española fue declarada pandemia mundial. Es así como el 25 de marzo de 1919 muere su hermano José Mariano, acaso por los acontecimientos pues en su acta de defunción se consignó tuberculosis pulmonar.
Por si fuera poco Guatemala era gobernada por un presidente de quien se dice era un déspota y corrupto, Estrada Cabrera, quien fue duramente criticado por no poder controlar la situación. Y en marzo de 1920 empiezan una serie de manifestaciones de descontento hacia el presidente.
Y es precisamente en este panorama que mi tatarabuelo un día como hoy, un año después que su hermano José Mariano, hace 100 años fallece a causa de pulmonía. Dejando a sus hijas Raquel y Herminia con 11 y 9 años respectivamente.
A estas horas, hace 100 años su tío Máximo estaba ya haciendo las diligencias necesarias para inhumar a mi tatarabuelo en el mausoleo familiar del Cementerio General de Guatemala.
Documento de la administración del Cementerio General tras los trámites para la inhumación de mi tatarabuelo
La situación para mi tatarabuela, viuda y con dos pequeñas fue muy difícil. Recurrió a su hermana Enriqueta quien era profesora de instrucción primaria al igual que varios de sus hermanos, incluida mi tatarabuela. Y es así que se mudan para Mazatenango donde Enriqueta era la directora de la escuela de niñas donde empieza a ejercer su vocación docente.
Pero el destino para ellas era otro. La familia y amistades en Mixco se mantenían, y al enterarse por estos lares del fallecimiento de Manuel, Bibiano Santos Bran quien había sido amigo de infancia y juventud de mi tatarabuelo (y posiblemente primos pues todo apunta a que sus abuelas eran hermanas, pero no lo he comprobado documentalmente) fungía como alcalde de este pueblo y tenía vacante la dirección de la escuela de niñas por lo que decide ofrecersérsela a mi tatarabuela Raquel. Ella la acepta gustosa y es así como mi bisabuela Raquel y su hermana Herminia regresan al pueblo que vio nacer a su papá.
Mixco después de los terremotos de 1917 - 1918
Y cómo mencioné al principio, esto cambió el rumbo de mi familia, ya que sino hubiera regresado mi bisabuela a Mixco, probablemente no se hubiera ni conocido con Maximiliano Castillo Rivera mi bisabuelo, y mi tía Mina no se hubiera conocido con Mario Rafael Mansilla Fiegueroa, su esposo. Pero regresaron y sus descendientes van ya por la 5a generación. A diferencia de sus tíos y sus descendientes quienes sí se quedaron en Guatemala.
Sea este un homenaje a mi tatarabuelo que a 100 años de su fallecimiento sigue estando presente. Interesantemente guardamos varios aspectos en común pues era también profesor de música, como yo; increíblemente con mis investigaciones descubrí su firma la cual al igual que la mía lleva una clave de sol, y yo la hice a los 11 años sin ver la suya antes. El nació el 20 de abril y yo el 5.
Este documento está próximo a cumplir 100 años en abril, es la invitación a la misa de Réquiem que se celebró el 24 de abril de 1920, en el Templo de Nuestra Señora de Candelaria